Quería probar a hacer helado casero, y así poder estrenar la heladera que mis compañeras de trabajo me regalaron por mi cumple.
Tras buscar en miles de blogs de cocina, hice una mezcla de varias recetas hasta dar con la que a mí me gusta.
Aunque la receta pone que hay que usar yogur griego, si te parece muy ácido puedes sustituirlo por otro normal, sólo ten en cuenta que cuanto más light sea el yogur, menos cremoso quedará. Se me ocurre que un yogur cremoso de frutos rojos puede ser un buen sustituto, y además, añade más sabor.
Las tarrinas pequeñas que véis al final del post son las que compré para el primer cumple de mi hija, y que personalicé con un topper de mi pack de fiesta Helados, y que está disponible en mi tienda. Podéis comprar todo el pack, o sólo los toppers personalizados con el nombre que queráis y ya tenéis heladería propia!
HELADO DE CEREZAS Y YOGUR
Ingredientes:
2 yogures griegos (250 ml) u otro tipo de yogur cremoso
200 gr de cerezas
1 cucharada de azúcar
1/2 cucharada de zumo de limón
5 cucharadas de miel
Instrucciones:
1 - Lo primero que tenemos que hacer es lavar bien las cerezas y deshuesarlas. Si no tenéis un aparato para quitarles el hueso (no son demasiado caros), podéis ayudaros de una pajita, como hice yo.
2 - Ponemos las cerezas en un bol, junto con el azúcar, zumo de limón y miel y dejamos que suelten su jugo. Cuanto más tiempo las dejéis, mejor. Incluso podéis dejarlas toda una noche en la nevera. Como yo no tengo paciencia ninguna, no esperé nada :)
3 - Añadimos los yogures y trituramos hasta obtener una textura cremosa. Probamos y rectificamos según nuestros gustos.
Llegados a este punto, las instrucciones varían en función de si tenemos heladera o no.
Si no tenemos heladera, lo ponemos en un recipiente metálico y lo llevamos al congelador. Al cabo de una hora lo sacamos y lo volvemos a batir. Y así cada media hora, unas 4 o 5 veces. Eso evitará que se cristalice, y por lo tanto nos quedará un helado más cremoso.
Si tenemos heladera (la mía hay que poner el recipiente de congelado al menos 24hs antes en el congelador), vertemos la mezcla y la ponemos en funcionamiento de unos 20 a 40 minutos, dependiendo la textura que queramos. Hay que tener en cuenta que los helados de heladera siempre quedan blanditos (como un sundae), por lo que si queremos una textura más firme, tan solo tenemos que llevarlo al congelador unas horas más.
En esta ocasión lo puse en una tarrina, pero también podéis ponerlo en molde de polos, como en esta otra receta de helado de fresas.
Por último, os recomiendo tener siempre en el congelador el recipiente de la heladera, y así podréis hacer ricos helados en cualquier momento. Os aseguro que vuestros invitados quedarán muy sorprendidos!
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